El teatro es una de las formas de expresión más antiguas, tanto a nivel político (por que habla de la polis) como social (por que habla de nuestras relaciones humanas), por lo que la práctica de esta forma de expresión es una herramienta que nos permite sensibilizar, pensar, analizar y recrear el ámbito que nos rodea. 

El juego es un desplazamiento simbólico de nuestro propio mundo, un mundo que se maneja con reglas, premios y castigos, un momento donde nos permitimos detener el correr de la vida cotidiana para poder racionalizar y de esta manera actuar estratégicamente. 

De esta manera recobrar el juego, es la herramienta que nos permite distanciarnos del entorno, leerlo, analizarlo y comprenderlo, escenificar la realidad y con el fin de expresar lo propio, personal y grupal.